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17 Junio 2011 En el primer trimestre del año ha aumentado un 17,8% la adquisición de inmuebles por foráneos en Málaga, ratificando así el crecimiento de 2010 · Expertos denuncian que la falta de créditos paraliza más operaciones Málaga Hoy | Noticia Uno de los principales causantes del auge económico de la provincia a mediados de la pasada década fue la población extranjera. Miles de británicos y alemanes compraron viviendas en la costa animados por la climatología y la bonanza financiera, hasta el punto de que la mitad de los inmuebles nuevos que se construían para el llamado turismo residencial eran adquiridos por extranjeros. La crisis en sus respectivos países y la inseguridad jurídica fundada en la aparición de miles de viviendas irregulares frenaron en seco al sector y, de paso, al 20% del PIB local. Los promotores esperan como agua de mayo que los extranjeros vuelvan a confiar en este destino y, afortunadamente para la economía local, esa reactivación ya se está produciendo. En el primer trimestre del presente año se vendieron en Málaga 890 viviendas a extranjeros, lo que representó un crecimiento del 17,8% respecto al mismo periodo del año pasado, según los datos oficiales del Ministerio de Vivienda. Ese incremento ratifica la buena tendencia que ya tuvo lugar en 2010, un periodo en el que se comercializaron 3.363 inmuebles, un 7,7% más que en 2009. José Prado, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), confirma que "es verdad que está habiendo un repunte, aunque más que un brote verde podríamos hablar de que se ha paralizado la caída, que ya es algo muy importante". Prado destaca que "tenemos unas cifras que son todavía pequeñas pero están al alza" y señala que se está despertando interés, sobre todo, entre los alemanes y los escandinavos "porque los británicos aún no se han recuperado de la crisis económica en su país y la devaluación de la libra respecto al euro les ha afectado a los bolsillos". La inseguridad jurídica no ha desaparecido pero sí hay varios aspectos que están animando a los extranjeros a volver a invertir en la Costa del Sol. El primero es que, pese a toda la polémica, se pueden contar con las manos de los dedos los derribos de viviendas a lo largo de toda la costa andaluza y se cree que, al final, se encontrará una solución para todos los inmuebles irregulares. El segundo es que el sector lleva tres años bajando los precios y hay buenos productos a un coste asequible para los inversores. El tercero, tal y como apunta José Antonio Pérez, experto inmobiliario del Instituto de Práctica Empresarial (IPE), es que "la Costa del Sol sigue teniendo mucho tirón, aquí no hay tsunamis, tenemos un gran clima y todo el mundo querría vivir aquí". Los extranjeros, en líneas generales, buscan pisos o adosados de dos dormitorios y que cuesten en torno a 200.000 euros. La mayoría de ellos los prefieren en zonas próximas a la playa en las que no tengan que coger el coche para hacer sus gestiones, aunque otros eligen urbanizaciones con campos de golf, si bien en estos casos sube el precio. De hecho, hay personas que preguntan directamente por villas que superan el millón de euros. Lo que está claro es que los extranjeros han aprendido la lección y no vienen de pardillos. Prado asegura que, si bien no se ha perdido el miedo a que les den gato por liebre, "está habiendo compras muy selectivas y los particulares extranjeros que buscan pisos en la Costa del Sol se están asesorando previamente en los consulados y contratan a abogados para ver que todo esté en regla". Pérez también confirma el auge de ventas a extranjeros, un aspecto que considera clave para la recuperación económica de la provincia. "Está demostrado que cada vivienda que se ocupa genera de forma indirecta cinco empleos y lo que habría que hacer es ligar más la promoción turística en Europa a la residencial", apunta. Este experto suele acompañar a promotoras andaluzas a Gran Bretaña o Alemania para vender pisos ubicados en la costa. Afirma que, en un primer paso, tienen éxito y "hemos reservado promociones enteras por ejemplo en Almería, pero cuando esas operaciones de compraventa se han ido a cristalizar se han quedado solo en cuatro o cinco ventas". Pérez explica que la causa no es que los extranjeros se echen atrás sino que las entidades financieras españolas siguen sin dar créditos, incluso a personas que tienen acreditada su solvencia. El experto de IPE subraya que la mayoría de los interesados en venirse a vivir a la Costa del Sol "son matrimonios jubilados que pueden cobrar unos 1.500 euros de pensión al mes cada uno y que tienen su inmueble sin vender en su país de origen. Sin embargo, los bancos no les dan los créditos hasta que no vendan sus casas en Alemania o Gran Bretaña y eso no es fácil". Pérez es bastante gráfico. Afirma que los alemanes pueden gastar al mes unos 500 euros en calefacción, un importe que se ahorrarían al vivir en Málaga. "Los compradores podrían pagar simplemente la hipoteca con ese dinero que se ahorran pero ni aún así los bancos le dan el dinero", lamenta. Málaga y Alicante son los paraísos soñados por los europeos y lideran las ventas. La provincia tiene esa suerte y no la dejó pasar la pasada década. Ahora toca no repetir los errores del pasado para que los extranjeros depositen plenamente su confianza en la zona y, lo más importante, sus euros y libras.
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