Aunque es cierto que España es un país eminentemente receptor de turistas y residentes extranjeros, que vienen atraídos por nuestro clima benévolo, nuestra gastronomía y nuestro rico patrimonio cultural, la verdad es que hace años que miles de foráneos «asaltan» la que es también una de las joyas de la corona de nuestro país, el sistema público de salud.

La Razón | Noticia

Por eso no es de extrañar que la ministra de Sanidad, Ana Mato, haya decidido cortar por lo sano de una vez por todas con el lastre que supone el turismo sanitario para las arcas públicas. «Los inmigrantes simplemente se quedan sin tarjeta sanitaria, como en el resto de países de la UE, ya que el uso de esta tarjeta corresponde a los españoles», afirmó ayer en el Senado. De hecho, esta circunstancia ha sido constatada por un reciente informe del Tribunal de Cuentas, que alerta de una sucesión de irregularidades en el uso que hacen los extranjeros de nuestro Sistema Nacional de Salud, que es un auténtico «coladero», como afirmó ayer el portavoz del Partido Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, en una entrevista a TVE. Por su parte, el secretario nacional de Sanidad del PP, José Ignacio Echániz, afirmó que «los extranjeros en situación irregular no deben tener derecho a la tarjeta sanitaria», ya que esto «genera un efecto llamada indeseable».

 Según documenta el Tribunal de Cuentas, en 2009 –ejercicio al que hace referencia el informe– España únicamente cobró 369 de los 446 millones de euros adeudados por otros países, cantidad que responde exclusivamente a los convenios de asistencias sanitaria que nuestro país tiene con las naciones europeas, si bien estos países dejaron de pagar a España otros 72 millones de euros por la atención a sus ciudadanos. No obstante, la situación más injusta corresponde a los convenios sanitarios bilaterales que nuestro país tiene firmados con Andorra, Brasil, Chile, Ecuador, Marruecos, Perú y Túnez, por los que España no cobró en 2009 ni una sola factura de los 4,95 millones de euros que supuso la atención médica a los ciudadanos de esos países en los centros de salud y hospitales españoles.
 
De hecho, advierte de otra circunstancia escandalosa: Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Panamá y Paraguay nunca han pagado a España un solo euro por la asistencia sanitaria de la que se han beneficiado sus ciudadanos en nuestro país, a pesar de contar o haber contado con convenios en vigor para solucionar este conflicto desde hace años –el convenio con Ecuador data de 1962–, con una deuda que ascendía a 5,7 millones de euros a finales de 2008, por lo que esta cifra podría ser ya muy superior.
 
De esta forma, «España mantenía un importe de facturas emitidas pendientes de cobro a 31 de diciembre de 2009, que ascendía a 138 millones de euros». Llama la  atención que, de este importe, «el 18 por ciento era adeudado por Alemania, y el 17 por ciento, por Noruega».
 
Asimismo, el Tribunal de Cuentas califica de «especialmente gravoso para España» el convenio sanitario vigente entre nuestro país y Marruecos. El informe señala que el país africano factura a España por la asistencia médica prestada a los familiares de trabajadores marroquíes empleados en nuestro país, pero que siguen residiendo en Marruecos, hecho que provocó en 2009 que el importe facturado por el reino alauí a España fuese 16 veces superior al facturado por España a Marruecos. Esta situación se agrava si tenemos en cuenta que en España hay 67.277 marroquíes titulares de la tarjeta sanitaria por su condición de «personas sin recursos económicos suficientes».
 
Respecto a la gestión de las facturas, nuestro país no sale demasiado bien parado en este aspecto. Entre 2006 y 2010, España dejó de cobrar a otros países 51.306 euros por falta de información para emitir las facturas correspondientes. Por el contrario, la Seguridad Social sí «aceptó el pago de facturas que no contenían la información básica esencial» o que tenían errores, además de aceptar sin revisar aquellas superiores a 2.000 euros, en contra de lo establecido por ley.
 
En cuanto al uso de las tarjetas sanitarias europeas emitidas por nuestro país, España recibió en 2009, como mínimo, 3.148 facturas de estados comunitarios que «sólo incluían prestaciones odontológicas, por importe de 276.999 euros», de las que el 99,65 por ciento procedían exclusivamente de Alemania, Francia y Bélgica. Se pone así de manifiesto que asegurados a cargo España «se desplazan a otros estados en los que las prestaciones odontológicas están cubiertas por sus respectivos sistemas de Seguridad Social, con el fin de eludir la aplicación de la normativa española», en las que los servicios odontológicos, con carácter general, deben ser pagados por el paciente. El Tribunal ha detectado además que 2.586 personas «sin recursos» obtuvieron la tarjeta sanitaria europea emitida por España de forma indebida, de forma que «pueden recibir asistencia en cualquier país del espacio Económico Europeo y Suiza durante dos años con cargo a la Seguridad Social española». Lo más grave es que en 2008 y 2009 España «no realizó ninguna reclamación» por este uso fraudulento de la tarjeta sanitaria europea.

Sin rastro de 127.692 pensionistas

España recibe una cuota  mensual en concepto de asistencia sanitaria por todos los extranjeros que residen legalmente en nuestro país. En este sentido, el Tribunal de Cuentas ha detectado una diferencia de «127.692 personas entre el número de pensionistas extranjeros» europeos empadronados en España y el número de pensionistas por los que nuestro país factura. Así, España podría estar dejando de cobrar millones de euros derivados de la residencia de estas personas en nuestro país.

Otras «vías de agua» del sistema

Falta de control de los extranjeros con cobertura

Los extranjeros no tienen la obligación de presentar un documento oficial del Estado de procedencia que acredite que carece de cobertura en su país, por lo que quedan a cargo de la Seguridad Social española, a pesar de que pueden estar asegurados en sus países.
 
Convenio desfavorable con Marruecos

Los españoles que trabajan en Marruecos pero que vienen de vacaciones a España y precisan atención médica, suelen presentar su tarjeta sanitaria española, en lugar de los formularios del convenio, lo que provoca que esta asistencia sea pagada por España.

Alemania emite un 716% más facturas que España

El número de facturas recibidas por España procedentes de Alemania fue un 716% superior a las emitidas por España a este país. Así, el importe facturado por Alemania fue un 477,2% superior ala facturación emitida por España en proporción a los alemanes que nos visitaron.
 
Los excesos de Francia y Portugal

El número medio de facturas emitidas por España por cada 10.000 turistas de Francia y Portugal fue de 69 y 60,7, frente al 55,1 de media de la UE. El exceso en el índice de facturación se concentra mayoritariamente en las provincias españolas limítrofes.

Fallos en los cobros por los turistas británicos

Hasta 2009, España facturaba el coste de la atención médica a los turistas británicos sobre la base de estimaciones, circunstancia que derivó en una «pérdida estimada anual de, al menos, 20 millones de euros» para la Seguridad Social española.

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