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1 Mayo 2012 El presidente de la Asociación Provincial de Constructores y Promotores confía en que la iniciativa ‘Living Costa del Sol’ anime otra vez la demanda residencial de británicos y alemanes
Sur | Entrevista (Presidente de la Asociación Provincial de Constructores y Promotores de Málaga)
Pocos como él saben leer el termómetro de la demanda extranjera de vivienda vacacional. La germanización de Torrox (tres mil sobre un censo de 12.000 vecinos) le debe mucho a este madrileño licenciado en Filología Alemana que en 1972 vino para un año al servicio de Orbis Bank. Han pasado ya cuarenta años y 5.600 viviendas en su activo profesional como promotor y constructor. La cuarta crisis que anota en su agenda aún está por alejarse.
–Entre tanto dato malo por todos lados, dígame algo positivo ...
–Pues que bajan las viviendas en ‘stock’. El 2009 lo terminamos con 24.000, y el 2011, con diez mil, así que el promotor se va quedando sin viviendas e incluso y ya piensa en nuevos proyectos. No es mucho, pero tras cuatro años de sequía cualquier gota... Espero que en 2013 ya haya promoción. Hay que tener en cuenta que un 30 o 40 por ciento del producto nos lo compraban extranjeros y esa dinámica la paralizó más que la crisis financiera y la burbuja, la corrupción urbanística, ‘los malayos’... Ahora intentamos por todos los medios decirles a británicos y alemanes, siempre fieles a la Costa del Sol, que en todos lados cuecen habas..y que aquí se
ha acabado la inseguridad jurídica. No se lo dice José Prado Seseña, presidente de la Asociación...se lo dicen las instituciones, la Diputación...
–¿Y el mensaje cala?
–Sí, porque tenemos ese aval público que es muy estimado y, entre las zonas turísticas españolas, somos pioneros en esta iniciativa. Todo producto que se comercializa en la página ‘Living Costa del Sol’ tiene el aval de la Diputación. En noviembre firmamos acuerdos con comercializadoras en Inglaterra; en marzo pasado, en Berlín. El 19 de mayo firmaremos en Sofía, y el 21, en Moscú...Solo en Berlín hemos firmado acuerdos con 48 puestos de venta al público en Alemania.
–Pero crisis hay en todas partes. Hará falta que la demanda se reactive...
–La demanda existe, pero las compras de vivienda que antes nos hacían aquí se han ido al Algarve, a Croacia, y en menor medida, a Turquía.
–¿Qué ofrecen estas zonas respecto a la Costa del Sol?.
–El clima es similar, pero la seguridad jurídica nunca ha sido destrozada allí. En Portugal no ha habido un solo escándalo urbanístico. Se ha llevado nuestro mercado.
–La situación, entonces, pinta mal...
–Bueno, no del todo, porque nadie puede competir con nuestros 9,3 millones de turistas en la Costa del Sol, de los que 750.000 son alemanes y 2,3 millones británicos. Hay una gran fidelidad a la zona pero es preciso restituir la confianza.
–¿Tanto ha sido el daño?
–Mucho. Por ejemplo, los diseminados, en la Axarquía, con 18.000 viviendas ilegales, o en Almería, en Cuevas de Almanzora, con 30.000.
–El decreto que aprobó la Junta para legalizar en cierta forma esas viviendas no contenta a los afectados. ¿Y a ustedes?
–Se las mantiene en un limbo jurídico, pero es que tiene que ser así. No se puede ir contra la ley, contra la LOUA y el POTA. Hay viviendas –y siempre hablamos de autoconstrucción–, legalizables, y otras que no, que son las construidas en parajes protegidos, en zonas inundables... Se pongan como se pongan los dueños. Con las primeras bastaría con que asumieran los costes de hacer las cosas bien: proyecto, un arquitecto, licencia y que los servicios (agua, saneamiento o viales) no vayan a costa de la Administración. No puede ser que un Ayuntamiento con 30 o 40 casas en esa situación ilegal cargue con esa infraestructura.
–Sospecho que no hará muchos amigos entre estos propietarios...
–Se lo hemos dicho: ayuda, en todo, pero que tengan en cuenta que la mayoría de estas personas son norteeuropeos. Yo siempre les digo: ¿Esto que usted ha hecho aquí lo haría en Manchester, en Liverpool o en Bremen? ¿Verdad que no?
–Pero alegan desconocimiento, buena fe...
–Alegan que los engañaron...Bueno, pues ahí están los juzgados, pero que sepan que su vivienda es ilegal desde el primer ladrillo.
-Con el fútbol este es un país de 45 millones de árbitros, y con la crisis de la construcción, hay casi otro tanto de analistas...Suponga que no sé nada. Explíqueme qué ha pasado...
–Primero, lo ocurrido es netamente español y tiene que ver con esa idea de la vivienda en propiedad. Yo he vivido en Alemania, y el 85% es alquiler. Un alemán nunca piensa que trabajará en el mismo sitio toda su vida. Ellos compran partir de los 50 años. Muchos compran precisamente primera vivienda propia en la Costa. Segundo: ¿por qué se construyó un millón de viviendas de 2002 a 2004? Porque, además de lo anterior, había esos 57 millones de turistas, y el 0,01 de ellos se fideliza y compra. En Málaga, en 2006, 16.800 viviendas se vendieron a extranjeros, el 40 por ciento de toda la compra a nivel nacional. Málaga ha sido siempre la número uno, porque aquí nadie es extranjero. Todo el mundo que viene quiere quedarse, incluso los nacionales. Autóctonos de Málaga, no somos ni un 30 por ciento, pero hasta 2007 nunca hubo ‘stock’ de viviendas, hasta que un lunes, la banca cierra los grifos...La burbuja estalla porque Lehman Brothers cae... Si la banca diese dinero a los interesados en comprar... otro gallo cantaría.
–Sostiene que salida de la crisis en Málaga no está en la construcción, pero que no la habrá sin ella.
–Claro, porque somos el 12% del PIB, aunque si le añadimos los 27 oficios relacionados, desde el arquitecto a las limpiadoras, somos el 24,5%. Sin la construcción no se sale. Ha ocupado un papel hegemónico. Si alguien me pregunta por qué en Málaga solo se ha vivido de la construcción y el turismo, yo le digo que no nos eche la culpa a nosotros, dígaselo a los políticos o a las políticas que no han sabido buscar otra cosa. ¿Qué son los polígonos sino almacenes de los veinte duros?
–Con la crisis, habrá bajado el número de empresas de su asociación.
–Ha caído. Natural. De las 22.000 empresas cerradas en la crisis muchas han sido sobre todo inmobiliarias. Muchos promotores eran constructores y después dejaron una de las dos cosas. Nosotros no somos compatibles con otra actividad. Bueno, algunos se metieron a hoteleros para diversificar...
–¿Cuánto va a durar la crisis?
–Necesitamos que el mercado nacional se recupere. Hay demanda, pero no hay decisión de compra. Existe miedo, no el ahorro del miedo. Ahorro hay porque en 2011 subió un 12 %. El problema es dar cierto horizonte al empleo, y otra cosa importante: obligar a las entidades financieras a dar créditos.
–En Andalucía, el pacto PSOE e IU prevé un banco público. ¿Qué espera para su sector, qué pediría?
–Será solo para pymes. Va a ser importante para el que quiera promover. Ahora no hay ninguno que tenga abierto crédito para el negocio.
–Los bancos, con el volumen de ladrillo que tienen, podrían estar en su asociación...
–La banca, como no habla, no sabemos cuánto tiene, pero el 50 o 60 % de la vivienda en España está en sus manos. No tiene problema: tiene el producto y el crédito. Si nos diese crédito, el problema sería la mitad.
–La ‘digestión de boa’ de la banca con el ladrillo va para largo y no parece que se vaya a tomar el ‘laxante’ de la bajada de precios.
–Sí van a tomarlo. En Europa les están obligando a trasladar ese patrimonio a sus balances. Las viviendas del ‘pocero’ se están vendiendo ya a mitad de precio...
–¿Cuánto ha caído el precio en Málaga?
–Hasta un cuarenta, pero no queda recorrido. A partir de ese momento hay que hablar con el banco. Entramos en su dinero. El promotor no puede bajar más.
–Si en la construcción nada volverá a ser lo que fue..¿cómo se imagina el futuro?
–La vivienda tiene mucho qué ver con la realidad social, con cómo van a ser los empleos, la movilidad laboral... Nosotros siempre vamos por detrás del mercado. Si solo se va a alquilar, haremos viviendas para alquilar. O si la vivienda pública se hace desde el realismo, las haríamos siempre que haya margen de beneficio.
–En 2010, la Junta, la banca y el sector firmaron un acuerdo para aliviar ‘stock’ de vivienda libre...Eso fracasó
–Fracasó, pero fue por los bancos. Ninguno de las 23 entidades firmantes cumplió con el compromiso de contestar en un mes las operaciones que les llegaban. Fue el cuello de botella. Aquello fue solo una puesta en escena. La Junta en esto cumplió, y yo, cuando hay que criticarla, soy el primero. Todavía existen 900 y pico millones de euros públicos para este convenio, para avalar los créditos.
–¿Cuántos empleos ha destruido la crisis en el sector?
–Unos 50.000. Ahora damos trabajo de 52.000 a 54.000. Una constructora o promotora tarda 6 y 8 años en crear equipo...No es fácil.
–Pocos sectores viven una situación tan dura, pero pocos tuvieron una larga época de bonanza..
–Eso pasó del 99 al 2007. El suelo era escaso y teníamos pagarlo muy caro. La LOUA obligaba a los ayuntamientos a tener en 2002 los planes generales de la provincia, pero a 2012, solo tres. Todas las ganancias las metimos en materia prima –en suelo–, que ahora está devaluado. Ahí están las ganancias. Algunas empresas han capeado y otras están hasta endeudadas.
–¿La mayoría?
–Las grandes, todas. Las pequeñas casi todas, porque tenían necesidad y entraban en la vorágine.
–Sin embargo, la construcción hizo ‘millonarios de millón de euros’ a muchos pequeños empresarios.
–Si hubiésemos ganado mucho no habrían caído muchas a partir de 2007. En las pequeñas ha sido peor. El banco exigía el aval del patrimonio personal. A todos nos cogió con el paso cambiado. No fue la burbuja inmobiliaria, fue la financiera.
–La morosidad pública es capítulo aparte para su asociación...
–La de los ayuntamentos se está solucionando. La medida del Gobierno en los pagos hasta el 31 de diciembre son unos 300 millones. Ahora bien, a esa fecha la Junta nos debía 1.780 millones en Andalucía, 360 a malagueños. Hay un gran problema. Nos dijo el año pasado que esperáramos a facturarle por problemas de tesorería. Ahora el decreto solo reconoce deudas a fecha 31 de diciembre de 2011. Muchos confiaron en la palabra de la Consejería. Sería un fraude que una Administración te diga no me metas la certificación, espérate, y ahora te diga que como no me la metiste, no te la pago. Vamos a ser serios.
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