Los expertos creen que el proyecto depende mucho del capital privado y que la provincia no tiene una imagen consolidada frente a grandes competidores en el mismo nicho de mercado. Los expertos ven buena idea crear un clúster de salud para el turismo sénior aunque requiere mucho tiempo.

Las Provincias | Noticia

La provincia de Castellón sigue buscando su identidad y reinventándose. Esta vez, con los hoyos de los campos de golf todavía sin construir, la llegada de Javier Moliner a la Diputación ha lanzado una nueva idea: crear un clúster en torno al turismo de salud.
Y este proyecto, además, estará focalizado en captar a turistas de más de 55 años. Los estudios señalan varios elementos. Por un lado, que los turistas europeos realizan cerca de 9,4 millones de viajes al extranjero cada año para disfrutar de unas vacaciones de reposo en un balneario o algún tipo de instalación parecida.
Aunque no es mucho si se tiene en cuenta que representan el 2,4 por ciento de todos los desplazamientos, el crecimiento en los últimos años ha sido exponencial, llegando a repuntar hasta un 40 por ciento. A ello se le tiene que añadir otro elemento: se trata de personas mayores que provienen de países con una mayor calidad de vida que España (y cuyas pensiones están cerca de los 2.000 euros). Eso hace que se gasten más dinero que el resto de viajeros y que sus estancias sean más largas.
Para ello, se prevé crear una red de clínicas basada en la estética, la atención a los enfermos de Alzheimer, adelgazamiento... Todo con capital privado (la Diputación asegura que ya hay contactos) y sin olvidar los rescursos que ya existen en la provincia, como balnearios en Benassal, Montanejos o el de Marina d'Or, sin ir más lejos.
El catedrático de la UJI, Diego López Olivares, experto en turismo y autor de un estudio sobre el balneario de Benassal cree que es una «buena idea» potenciar este turismo, si bien considera que «centrarse en un grupo de edad es un riesgo». Aunque la población europea crece a pasos agigantados y en una década la mayor parte de los ciudadanos tendrán más de 55 años, «no se pueden olvidar los grupos jóvenes» a la hora de captar clientes.
Un ejemplo muy gráfico es «cómo ha evolucionado el propio turismo de salud» que, antes, estaba centrado en dar servicios medicalizados. Es decir, centrado en personas con patologías que acudían a estos centros a 'curarse' de reúmas, estrés y este tipo de enfermedades.
Pero hoy en día, la industria ha cambiado «al igual que las necesidades del público», por lo que «se ha abierto el gran campo de la estética vinculada al bienestar», explicaba López Olivares.
De hecho, desde la Diputación no se piensa en el proyecto como gente que venga a darse baños. Si no que se apuesta por un turismo activo que busca relajación, un buen entorno y asistencia sanitaria de calidad garantizada. Como ejemplo, Moliner desehecha la idea de que este proyecto sea excluyente del golf. Es más, consideran que es «complementario» ya que la mayoría de gente mayor apuesta por este deporte como mecanismo para estar en forma.
Pero, ¿es realista el proyecto? Aunque suena muy bien, lo cierto es que cuenta con algunos problemas. En primer lugar que, según todos los expertos, la marca turísticas de Castellón no está consolidada. El segundo problema: que la comptencia en este apartado es voraz. Vichi, La Toja, San Sebastián, Inglaterra y Francia ofrecen un turismo parecido muy consolidado «y, hoy en día, los vuelos baratos hacen que el destino se cambie por criterios volátiles».
Dos carencias más: la falta de infraestructuras en Castellón y la dependencia del capital privado para levantar el proyecto ya que, en plena crisis, la institución no puede pagar la magnitud de la inversión.
Y, ¿cómo lo ve el sector turístico? Pep Gómez, gerente de la agencia de turismo rural Altretur, da por «buena» la propuesta de la Diputación Provincial «siempre y cuando -matiza- no se quede en una simple declaración de intenciones y venga acompañada de acciones reales y apoyos».
A su juicio, «la provincia de Castellón y, sobre todo, los municipios de interior, tienen el potencial necesario para liderar la oferta de turismo de salud», pero necesita del respaldo de las instituciones públicas «y también capital privado».
Esa es, según Gómez, «la verdadera la clave del éxito» del clúster de turismo y salud planteado por Moliner para contribuir a la reactivación de la economía provincial. Y es que sin la inversión por parte de las empresas privadas, comenta, «será muy difícil sacar adelante cualquier proyecto».
Además, el responsable de Altretur también es de los que opina que la Administración provincial no debería centrarse «únicamente» en captar turistas de la tercera edad, «sino tener en cuenta al público más joven». Un argumento que justifica en el hecho de que «cada vez son más las parejas jóvenes, con hijos y sin, que hacen uso del spa, el jacuzzi, la piscina climatizada o el gimnasio del Mas de Borràs», la joya de la corona del interior castellonense.
Por último, Pep Gómez considera «fundamental» la promoción de los proyectos una vez se pongan en marcha, pues, según dice, «la oferta de turismo de salud que ya existe en la provincia se ha visto muy limitada precisamente por esa falta de promoción». «Existen catálogos, como los que ahora mismo prepara Altretur con la ayuda de la Diputación, pero no se le ha dado el suficiente empuje», lamenta.
El catedrático Diego López Olivares estima que «la globalización hace que la gente tenga mucho acceso a la información y, además de ofrecer un destino, tiene que ir acompañado de una gran oferta complementaria». Es decir, conciertos, exposiciones, eventos y todo tipo de actuaciones que convenzan al turista y que «luego se quede más veces. A eso se le llama fidelizar y es lo más complicado». Es decir, mucho trabajo por realizar que «no se hace de un día para otro», que requiere tiempo, como mínimo una década.
En la parte positiva se encuentra que Castellón ya dispone de cierta experiencia en el sector de la salud y tiene balnearios históricos que saben atraer a los clientes. Y, por supuesto, los expertos consultados consideran que nunca se puede dejar de lado el sol y playa. El tiempo dirá si el clúster de salud llega a buen puerto. 

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