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30 Mayo 2012 El cerco al turismo sanitario que la ministra Ana Mato quiere decretar podría causar más mal que bien a la economía española. Banca March ve en este tipo de viajes uno de los grandes filones a explotar por la industria turística nacional, y sin embargo el fin de las vacaciones con tratamiento médico incluido podría mermar de forma considerable sus cifras. El Boletín | Noticia La llegada de turistas internacionales a las fronteras españolas se ha resentido en los últimos tiempos a causa de la competencia de otros destinos mediterráneos y también a la pérdida de poder adquisitivo de grandes masas de población en países occidentales. Sin embargo, un informe elaborado por Banca March y presentado hoy en Madrid prevé que las cosas podrían empeorar si las autoridades y los empresarios españoles no tienen en cuenta el turismo sanitario, cuya importancia esperan que crezca en los próximos años. El documento, elaborado por Ofelia Marín-Lozano, directora de análisis de la entidad mallorquina, sentencia que “la principal tendencia a tener en cuenta será el turismo sanitario para la tercera edad”. Un argumento que justifica en que los europeos mayores de 60 años serán un 34% de la población europea ya en 2050, mientras que en los países emergentes los ‘mayores’ serán un 20% en lugar del 9% actual. Unas cifras que, según la experta, no deben ser ignoradas y que deberían mover a ofrecer el “acceso a servicios sanitarios de calidad” y a la “adaptación de las instalaciones” turísticas de nuestro país. El ciudadano europeo de avanzada edad que llega a España en busca de tratamiento sanitario de calidad -incluso de tipo balneario, sin necesidad de ser quirúrgico- y una plácida recarga de pilas en las costas de nuestro país es definido por la entidad financiera como el perfil más claro del “turista del futuro”. Sin embargo, desde Banca March no se plantea dar facilidades a estos visitantes para que hagan uso gratuito del sistema sanitario español, si no que se apuesta por facilitar su llegada y estancia en nuestro país siempre que satisfagan los importes requeridos para cada caso. No obstante, la mayor vigilancia sobre estas prácticas de turismo oportunista anunciada por el Ministerio de Sanidad, dicen algunos analistas, sí que podría resentir la llegada a España de este tipo de visitantes, aunque lo hicieran de forma legal y abonando las tasas correspondientes o incluso sin buscar un tratamiento propiamente médico sino más bien uno de tipo curativo y de relax. Lo cierto es que hoy por hoy -y se prevé que suceda igual dentro de 20 años- más del 80% de los turistas internacionales que cruzan nuestras fronteras proceden de Europa -alemanes, ingleses, franceses e italianos a la cabeza- y muchos de ellos viajan ya en categoría ‘senior’, según datos publicados por distintos organismos. Otros turistas También el turismo de estudios se presenta en el informe de March como uno de los filones a desarrollar por la industria turística de nuestro país. España atrae actualmente tan solo a un 2,3% de los estudiantes de castellano que deciden viajar a un país de esta lengua. Una porción que deja un amplio recorrido hasta acercarse, por ejemplo, a los 80.000 estudiantes que cada año deciden mejorar su inglés en la mediterránea Malta, con tan solo 400.000 habitantes. Por lo que se refiere a un turismo urbano cada vez más en boga en nuestro país, el mercado objetivo a explorar está, siempre según el estudio de Marín-Lozano, en Asia, Rusia y Brasil, donde las clases medias son cada vez más numerosas. En este segmento, se espera un importante repunte del turismo de lujo europeo por la polarización de la riqueza en el Viejo Continente. Oportunidad y amenaza Frente a la fuerza con que el sector hotelero cuenta ya en España, con 40 habitaciones de hotel por cada mil habitantes, las compañías del sector dirigen su inversión hacia el Caribe y países del Magreb. La analista de Banca March prevé que el crecimiento hacia regiones de Asia-Pacífico, Rusia y Oriente Medio sea mucho menor a medio plazo. En el caso del Caribe, se trata ya de un mercado consolidado de las firmas españolas, donde además obtienen una mayor rentabilidad que en otros muchos de sus destinos. Distinto es el Magreb, que supone para el turismo español una oportunidad y una amenaza a la vez. Mientras que el exponencial crecimiento de visitantes a esta región en la que se abarcan territorios como Marruecos, Túnez y Egipto supone un reclamo para la inversión de firmas españolas en la zona, sus precios más baratos que los españoles consiguen atraer cada vez a un mayor número de turistas que hace un tiempo hubieran apostado por pasar sus vacaciones en España. A la recuperación turística del Norte de África, dice el informe, también ha contribuido la relativa estabilización de las revueltas violentas desatadas en algunos países. Fin del turismo sanitario Hace ahora poco más de un mes que la ministra de Sanidad, Ana Mato, anunció medidas para evitar el turismo sanitario oportunista. Esto es, terminar con la práctica de algunos ciudadanos extranjeros de visitar España con el único objetivo de recibir atención médica gratuita y aprovechando en muchos casos de forma irregular los convenios suscritos con sus países de origen. Según el informe del Tribunal de Cuentas del año 2011, las arcas del Estado se gastaron unos 1.000 millones de euros en prestaciones sanitarias indebidas a este tipo de visitantes oportunistas, entre los que algunos europeos de edad avanzada destacan según las estadísticas. Con el cerco a estas prácticas, el Gobierno prevé ahorrar una importante partida de sus presupuestos, pero algunos expertos consideran que son muchos los turistas que podrían cambiar su destino de vacaciones sanitarias ante la incertidumbre que podría generar este cambio de normativa; como el miedo a tener que pagar por ser atendido en un consultorio médico por una dolencia pasajera. Algo que, en definitiva, podría mermar los ingresos de complejos vacacionales especialmente diseñados para la tercera edad o los de instalaciones como balnearios y otros establecimientos vinculados a la salud. Centros a los que Banca March recomienda adaptarse desde ahora a las necesidades de los que se perfilan como sus principales clientes en el futuro y no ceder terreno a otros destinos mediterráneos que apuestan por fuerza por esta tipología más amable de turismo sanitario, tal como es el caso de Croacia. Los derechos corresponden al medio de comunicación en el que fue publicado
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