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25 Abril 2014 Datos provisionales del Padrón 2014 Rafael Durán (editor del OEG) De acuerdo con el “Avance de la Estadística del Padrón Continuo a 1 de enero de 2014. Datos provisionales”, nota de prensa difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), durante el año 2013 se ha producido un descenso de 545.980 extranjeros registrados respecto del total de 2012 (–9,8%). Entre estos últimos, los pertenecientes a la UE-28 disminuyen en 313.446 (hasta un total de 2.047.532 personas), mientras que los extracomunitarios se reducen en 232.534 personas, y se sitúan en 2.952.726. Por nacionalidades, los mayores descensos se han producido entre los ciudadanos de Rumanía (–74.745) y de Ecuador (–45.309). El mayor descenso ha tenido lugar entre los ciudadanos británicos (–87.880), tal y como ha recogido la prensa (vide Boletín OEG de Prensa, nº 182 y nº 183). Los alemanes conforman el cuarto contingente en términos absolutos (-42.983) y el primero en términos relativos (-23,6%), seguidos de los británicos (-22,8%). Según veíamos en una entrada anterior del OEG, sobre la proyección que hace el INE de la población de España a corto plazo (2013-2023), si en 2012 disminuyeron en más de 15 mil los extranjeros empadronados respecto de los inscritos en 2011 (sin distinción de edades ni nacionalidades), el dato de los mayores de 55 y de 65 años volvió a ser positivo. En cambio, el dato de 2013, actualizado a 1 de enero de 2014, y no obstante ser provisional, arroja un saldo negativo: 144.524 extranjeros de la UE15 mayores de 65 años menos en el Padrón 2014 que en el registro anterior. En términos absolutos, los mayores descensos se han producido entre británicos (-66.658) y entre alemanes (-32.756), seguidos por los italianos (-8.451).
Por el momento se carece de datos explicativos de estas variaciones registrales. A falta de los mismos, resulta aventurado afirmar que España haya dejado de ser un lugar de retiro atractivo por la confluencia de la Gran Recesión, la percepción ciudadana de la corrupción política y/o la inseguridad jurídica que han padecido algunos compradores extranjeros de viviendas, especialmente en zonas turísticas. Es un hecho, en todo caso, que el retorno de inmigrantes de la UE15 ha pasado a ser un fenómeno de actualidad o interés periodístico (sobre todo en relación con los británicos y sin distinción de edad), cualquiera que sea su dimensión real y el alcance que pueda llegar a tener. Pero no debe obviarse, por una parte, que existe el subregistro entre los ciudadanos europeos que residen en España; que no figuren en el Padrón no implica que hayan abandonado el país. Por otra parte, se viene operando una revisión del Padrón por parte de las autoridades municipales conducente a la eliminación del mismo de todas aquellas personas que no cumplan determinados requisitos, de entre los que destaca estar en posesión de la tarjeta de residencia o del certificado de inscripción en el Registro Central de Extranjeros. Las instituciones públicas correspondientes no han informado del ritmo con que se está aplicando el procedimiento ni acerca de la incidencia del mismo en los datos registrales provisionales de 2013.
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