Son residentes invisibles que tienen acceso a servicios y que se concentran en una docena de municipios costeros

La Verdad, 18 | 02 | 2011 - Noticia

El llamado turismo residencial está afectando las arcas públicas de los ayuntamientos de la costa alicantina, que en esta época en la que tienen que hacer encaje de bolillos para ajustar sus presupuestos, lamentan cómo no están recibiendo ni un euro por los jubilados europeos que consumen servicios, pero que al no estar empadronados no existen para la administración, lo que está agravando su situación financiera.

Alicante es actualmente la provincia de todo el país que está soportando más el coste de estos ciudadanos considerados invisibles y que rechazan censarse a pesar de acceder a determinados servicios y beneficios sociales.

Son extranjeros -la mayoría procedentes de Reino Unido y Alemania- que buscan las bondades climatológicas de la Costa Blanca, situando a la provincia a la cabeza de todo el país en volumen de pensionistas europeos. De hecho, el 30% de los extranjeros mayores de 65 años que residen en España (más de 308.700) han elegido un municipio alicantino para pasar sus últimos años, según el Ine. Pero estos son solo los datos oficiales, los de empadronados, a los que habría que sumar a aquellos que pasan de registrarse, existiendo una fuerte tendencia, aunque es imposible conocer la realidad.

Esta problemática se tratará hoy en el Congreso Internacional de Turismo Residencial que se celebra en la Universidad de Alicante (UA). Un encuentro donde se abordarán los costes que suponen los residentes y donde participarán concejales de varias localidades costeras para explicar sus experiencias.

Según el profesor de Sociología de Turismo de la Universidad de Alicante (UA) Tomás Mazón, y también responsable de la Cátedra de Estudios Turísticos Pedro Zaragoza Orts, más que turismo residencial habría que considerarlo una «nueva migración» de extranjeros «no laborales, que llegan en la última etapa de su vida». Aunque no se trata de un fenómeno reciente, la realidad es que, según el especialista, el problema de financiación no se aborda a pesar de que está perjudicando a ayuntamientos.

«No son turistas, son jubilados que se han comprado un chalé en la costa y que cuando pasan seis meses y un día de estancia no se empadronan», explica el especialista, quien achaca este rechazo a registrarse a la falta de conocimiento, lo que les puede llevar también a pensar que si se dan de alta pueden perder los derechos de su país de origen en caso de retorno. Este último motivo también se sustenta en el estudio «La migración y el registro de los jubilados europeos en España». Un informe que vuelve a considerar a Alicante como el paraíso de los mayores extranjeros, seguida a bastante distancia de Málaga.

No necesitan integrarse

«No se integran, a la edad en la que llegan ya no aprenden el idioma pero tampoco es necesario», explica el profesor de la UA. Viven entre compatriotas, en las colonias que se han asentado, y suelen acudir a comprar a grandes superficies, a las marcas que conocen, y «no a la tienda del barrio».

Aunque es cierto que su pensión la dejan en España, «al no existir en el censo, los ayuntamiento no reciben nada por este colectivo que consume servicios y generan gastos de alumbrado, basura... además de que acceden a la sanidad pública y los servicios sociales. Aunque estamos hablando de extranjeros que llegan en buen estado de salud, también es cierto que tienen ya una edad. Es un problema para los ayuntamientos, pero es imposible ir a la caza del no censado».

En el norte de la provincia se concentran más alemanes, belgas y holandeses y hacia el sur, ingleses. Además, en 13 municipios de la costa alicantina se está produciendo un «sobre envejecimiento» por esta inmigración, según el último informe del Imserso. Este situación también perjudica la capacidad de los consistorios para planificar los servicios. Torrevieja, Jávea, Calpe, Orihuela, L'Alfàs del Pi, Teulada, La Nucia, Benidorm, Dénia, Rojales, Benissa, Altea y San Fulgencio son los más afectados. Como ejemplo este último municipio, donde el 80% de los mayores son extranjeros.

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