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19 Enero 2013 Crecen los 'gerontoinmigrantes'. Las zonas costeras españolas son los lugares preferidos de los jubilados comunitarios para pasar su vejez. Libre Mercado | Reportaje (Rocío Regidor) Desde finales de los años 90, España es un país de referencia como destino de muchos jubilados extranjeros, fundamentalmente comunitarios. El número de nacionales de otros países que buscan en España la jubilación dorada ha aumentado un 368% en tres lustros. Pese a este notable crecimiento, cabe destacar que el porcentaje de ciudadanos europeos que se afincan en otros países durante su jubilación sigue siendo una minoría en relación a los que al alcanzar esa edad permanecen en su país de origen. Pero, sin duda, el estudio de este fenómeno -que convierte a España en uno de los destinos favoritos de los retirados- tiene implicaciones económicas y ha derivado en cambios significativos en algunas zonas de España donde se afincan que merece la pena resaltar. El perfil del gerontoinmigrante Este miércoles, Funcas presentaba el número 16 de su revista Panorama Social, titulado Imagen y Presencia Exterior de España, que recoge una docena de ensayos de diferentes pensadores sobre cómo nos ve la opinión pública europea, qué reputación tenemos o qué opinan los turistas que nos visitan. El capítulo "Atractivo de España para los jubilados europeos: del turismo a la gerontoinmigración", dirigido por el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Málaga, Rafael Durán Muñoz, sintetiza las causas y consecuencias de este fenómeno. Según el autor, la movilidad internacional de retirados está íntimamente relacionada con el proceso de construcción europea que, pese a no ser específico de España, representa aquí su mayor expresión. Según el Padrón de habitantes, en 1996 residían en España algo más de 86.000 extranjeros comunitarios de 55 o más años de edad. Este número se ha incrementado notablemente hasta alcanzar los 436.000 en 2011 (incluyendo a los noruegos e islandeses). Es decir, en tres lustros se han multiplicado por cinco. Algunos de estos gerontoinmigrantes, simplemente, se trasladan a sus segundas residencias ubicadas desde hace años en las zonas de playa españolas, otros afrontan cambios mucho más radicales a la hora del dulce retiro. Aunque son residentes permanentes, muchos pasan una parte del año en España (generalmente el invierno) y el resto, en su país de origen. Pretenden así evitar el elevado calor y ruido de los meses de verano en nuestro país. Los británicos conforman el contingente más numeroso, unos 200.000, que representan el 46% del total de jubilados extranjeros residentes en España. Los alemanes les siguen con un 20% del total. El resto de nacionalidades representa porcentajes menores al 10%. No obstante, hay lugares en los cuales algunas nacionalidades, como suecos, noruegos, daneses o austriacos, han formado importantes colonias. Es interesante destacar que, de acuerdo con la encuesta MIRES3i consultada por Durán Muñoz, el 41% de los jubilados comunitarios que decidió trasladar su residencia a España lo hizo antes de los 65 años y sólo el 11% después de los setenta y cinco. Así pues, los extranjeros que eligen nuestro país para retirarse son relativamente jóvenes y gozan de un buen estado de salud. Según esta encuesta, tres cuartas partes del los jubilados que se han instalado en España eran trabajadores por cuenta ajena, la mayoría restante eran autónomos o empresarios con más de seis empleados. Por otra parte, el 39% reconoce tener ingresos de hasta 3.000 euros al mes. En cuanto a su estado civil, los jubilados europeos que se instalan en nuestro país son, en su mayoría, casados. ¿Dónde se instalan? No es nada nuevo decir que el clima es el principal factor de atracción que convierte a España en el destino turístico favorito de muchos ciudadanos comunitarios. Por eso no es de extrañar que el 90% de los inmigrantes de 55 o más años estén empadronados en siete comunidades (Andalucía, Cataluña, Islas Baleares, Madrid, Murcia, Islas Canarias y Valencia), seis de ellas costeras. Alicante es la provincia con mayor presencia. De hecho, un tercio de los extranjeros mayores empadronados en España lo ha hecho en Alicante. El crecimiento demográfico y residencial de los principales municipios de la provincia ejemplifica cuál ha sido la pauta de su desarrollo. De todos los municipios de España, es la localidad alicantina de Torrevieja la que tiene mayor presencia absoluta de gerontoinmigrantes comunitarios (19.566 jubilados extranjeros, según el INE de 2011). Si analizamos el porcentaje de jubilados extranjeros con respecto al resto de habitantes, San Fulgencio (Alicante) es el municipio que ostenta la primera posición, ya que casi el 50% de su población son gerontoinmigrantes. ¿Qué los atrae? Aparte de clima, otro de los factores que influyen en que los jubilados vengan a España a retirarse es que aprecian el estilo de vida tranquilo y saludable que suele caracterizar a los municipios costeros. El bajo coste de la vida o la atención sanitaria ha primado también en los factores para tomar esta decisión. Sin embargo, que España sea un país de referencia tanto para el turismo como para los residentes extranjeros de retiro, no quiere decir que esto no pueda cambiar. Según Durán Muñoz, es necesario hacer una diferenciación clara entre los turistas y los residentes extranjeros en su lugar de retiro (que permanezcan más de tres meses al año en alguna provincia española). Los residentes tienen una serie de derechos y obligaciones que es lo que les diferencia de los turistas. Por eso, un punto fundamental para no erosionar este tipo de migración es que el país que acoge garantice la seguridad jurídica de estos individuos tanto en sus consumos como en sus inversiones. Hablar de seguridad jurídica es centrarse, fundamentalmente, en los derechos de propiedad y en la adquisición de terrenos. Algunos de estos gerontoinmigrantes están sufriendo las multas u órdenes de demolición de sus propiedades por las irregularidades en la construcción de las mismas que, en muchos casos, ellos ni conocían. Esto erosiona la imagen de España como país receptor de este tipo de inmigración. El sistema público de salud español es otro de los factores que han atraído a los residentes comunitarios. La situación por la que atraviesa el mismo puede reducir esta movilidad lo que convierte a este aspecto en un nuevo desafío al que enfrentarse. Consecuencias La presencia de jubilados europeos, principalmente en los municipios costeros, trae consigo diversas consecuencias que no se viven igual en todos los lugares. Es indiscutible que este tipo de inmigración ha generado una importante actividad económica, sobre todo en el ámbito inmobiliario, contribuyendo a la creación de la burbuja. El comercio de esas zonas también se reactiva, ya que en muchos de los municipios anteriormente citados, los gerontoinmigrantes conforman casi la mitad de su población total. Conchi Castell, consejera de Servicios Sociales del ayuntamiento de San Fulgencio, el pueblo con más porcentaje de inmigrantes de España, comenta a Libre Mercado que esta población "reactiva la economía, sobre todo en sus urbanizaciones, donde tienen muchos comercios de sus productos y de los nuestros". Castell reconoce que, pese a que la integración es buena, es muy complicada porque "los ingleses, que es la nacionalidad predominante en San Fulgencio, son núcleos muy cerrados" y es difícil para el ciudadano de toda la vida acceder a ellos. Pese a esto, la concejala los califica como una población muy activa. "Colaboran muchísimo en todo. Como son unas poblaciones que están constituidas en asociaciones, te intentan ayudar en todo, proponen cosas... Además, son muy solidarios", afirma. Rojales es el segundo pueblo en porcentaje de inmigrantes jubilados con respecto al total de la población, un 43,8%. Los británicos tambiém predominan en número aquí, pero en este caso hay más de 70 nacionalidades diferentes. El municipio ha tenido un incremento de más de 10.000 personas en los últimos diez años. El concejal de deportes de Rojales, Pedro Llopis, coincide con Castell en que, a veces, es complicado que los jubilados británicos se integren, aunque "desde el ayuntamiento se hacen todos los esfuerzos para conseguirlo". El consistorio "está trabajando por la integración. Hay más de 200 alumnos en clases de español. Estamos preparando un programa de intercambio lingüístico", señala.
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